Hasta cinco sentencias de tribunales de Madrid, Valencia y Extremadura han dado la razón en los últimos meses a los usuarios de Factoo, que cobraban sus servicios a terceros a través de esta empresa de facturación sin darse de alta como autónomos. La razón que argumentan los jueces es que los trabajos eran puntuales y los ingresos en ningún caso superaban anualmente el salario mínimo interprofesional.
La Tesorería General de la Seguridad Social obligó a estos trabajadores a darse de alta en el RETA con efecto retroactivo y a pagar las cuotas pendientes con recargo, lo que les supuso en muchos casos graves problemas económicos. Más de 300 de estos trabajadores y trabajadoras se unieron en la Asociación de Afectados por las Cooperativas de Facturación, integrada en UATAE, para compartir sus problemas y organizarse.
“La solución no está en perseguir y sancionar a los trabajadores y trabajadoras ni en asumir que no son autónomos: estas sentencias demuestran que es urgente poner en marcha la cotización por ingresos reales, para que cada cual cotice según lo que realmente percibe”, señala María José Landaburu.
“Estos trabajadores y trabajadoras se daban de alta a través de estas empresas durante unas horas en el régimen general, facturando ingresos muy escasos o de forma esporádica, porque era la única forma legal que tenían de facturar los ingresos que obtenían, sin arruinarse, por el bajo rendimiento de sus actividades, lo que implicaba una situación de precariedad y falta de derechos”, explica Landaburu. “Un problema que no se habría dado si el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos les hubiera permitido cotizar justamente”, incide. Por ello, Landaburu ha querido aprovechar para reivindicar la puesta en marcha la cotización por ingresos reales, “un compromiso que el Gobierno asumió en 2018 y en el que no se ha avanzado en estos meses, y es urgente”
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