El Índice de Precios al consumo (IPC) registró en marzo una tasa de variación anual del 1,3%, dos décimas superior a la del mes de febrero. Según el índice, publicado hoy por el Instituto Nacional de estadística, los grupos con mayor influencia positiva en el aumento de la tasa fueron los transportes y la vivienda, ésta última por el precio de la electricidad, que ha descendido menos en marzo que en marzo del año pasado; por el contrario, disminuyeron los alimentos y bebidas no alcohólicas. Es por ello, que la tasa de inflación subyacente (que no tiene en cuenta bebidas y alimentos) se mantiene en el 0,7%.
La tasa anual del IPC aumentó en todas las comunidades autónomas en marzo respecto a febrero. Las subidas más altas de la cesta de la compra se dieron Illes Balears, Castilla–La Mancha y Galicia, con una subida de cuatro décimas. Por su parte, Canarias, Comunidad Foral de Navarra y Comunidad de Madrid registraron un aumento mucho más moderado, de una décima respecto al mes anterior.
Por lo que respecta a la evolución de la tasa mensual, los precios de consumo crecieron un 0,4% respecto al mes de febrero. A este crecimiento, afectaron, principalmente, el aumento de los precios del vestido y calzado, con una variación del 4,4% (por el inicio de la temporada primavera-verano), transporte (1,1%), hoteles y restauración (0,6%) y ocio y cultura (0,3%); mientras bajaron la vivienda y los alimentos y bebidas.
Maria José Landaburu ve con positivismo “que el IPC se ha mantenido 5 meses consecutivos por debajo del 2%, aunque empezamos a observar una aceleración de la tasa y nos preocupan, como a muchas familias, el aumento de los combustibles y la luz”.
“Los autónomos no pueden soportar unas subidas altas de los precios, ya que muchos de ellos se ven obligados a mantener los precios de sus productos y servicios para no perder clientes”, ha añadido.
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