- Las trabajadoras y trabajadores autónomos hacen un esfuerzo por aguantar el impacto de la crisis: en abril, el trabajo por cuenta propia descendió en 19.815 autónomos, menos de la mitad que en el tramo de marzo afectado por la pandemia y el estado de alarma
- UATAE valora que los mecanismos de protección desplegados han permitido contener la sangría, de manera que desde el estallido de la crisis se han perdido 60.692 autónomos mientras que la prestación extraordinaria ha llegado a más de 1,2 millones
- La caída acumulada de autónomos desde el 12 de marzo es del 1,85% frente al 6% de los afiliados en el régimen general
- María José Landaburu: “Llamamos a la responsabilidad de las fuerzas políticas para no poner en riesgo las medidas de protección por cálculos partidistas, y reforzarlas para que lleguen a quien todavía está fuera, y extenderlas de manera gradual para que acompañen la desescalada”
Madrid, 06 de mayo de 2020
Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicados las últimas horas, la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos bajó en 19.815 durante el mes de abril, marcado por el impacto sobrevenido del Covid-19 en la actividad económica. Sumando las 40.877 bajas que se produjeron en el mismo régimen durante el tramo de marzo afectado ya por esta crisis, estamos ante una caída acumulada de 60.692 en el mismo mes que la prestación extraordinaria por cese de actividad ha llegado a más de 1,2 millones de autónomos. Para la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), detrás de estas cifras hay “la constatación de que las medidas excepcionales de protección habilitadas, como la prestación extraordinaria con exoneración de cuotas, están siendo efectivas para contenerla crisis social”, según su secretaria general María José Landaburu, para quien “se constata igualmente que estas medidas deben reforzarse y prolongarse” porque la crisis sanitaria aún no ha pasado y la recuperación económica ni ha empezado ni será rápida.
En cuanto al dato de paro registrado, su aumento en más de 282.000 personas en abril confirma que el mercado de trabajo acusa el impacto de la falta de actividad consecuencia de la crisis del Covid-19, en un momento en que la temporada turística en condiciones de normalidad ya se habría iniciado. Este impacto está contenido, sin embargo, por las medidas de protección puestas en marcha. Hay 3,3 millones de trabajadores en ERTES y 1,2 millones de autónomos en prestación extraordinaria, total 4,5 millones de trabajadores protegidos que se han mantenido en la actividad.
UATAE señala que el autoempleo resiste mejor que las afiliaciones al régimen general (la caída acumulada durante la pandemia en el RETA es del 1,85% frente a la del 6% entre asalariados) por el “esfuerzo titánico de los propios trabajadores autónomos, a pesar de la incertidumbre y la desinformación que ha habido, y porque hemos conquistado por primera vez un espacio por derecho propio en la respuesta social a una crisis económica”, y, como ha recordado Landaburu, “con esto no debería jugar ningún partido político”. En este sentido, las motivaciones de fuerza mayor requeridas en medidas excepcionales como la prestación extraordinaria y los ERTEs están íntimamente relacionadas con el estado de alarma y nadie entendería “que se las dejase caer como un castillo de naipes”. “Llamamos a la responsabilidad”, insiste Landaburu, “de todas las fuerzas políticas para no poner en riesgo las medidas de protección por cálculos partidistas, reforzarlas para que lleguen a quien todavía está fuera, y extenderlas de manera gradual para que acompañen la desescalada”.