- La Organización pide que las medidas aprobadas para trabajadores asalariados ante catástrofes climáticas se adapten al conjunto del colectivo, con apoyo directo a través de las mutuas y la Seguridad Social
- Landaburu, “en un contexto de emergencia climática, es fundamental que las y los autónomos tengan las mismas garantías de protección que los asalariados, porque las catástrofes climáticas no distinguen entre tipos de trabajo”.
Madrid, 28 de noviembre de 2024
Esta mañana se ha anunciado a través del Consejo de Ministros la aprobación de un nuevo paquete de medidas para las personas afectadas por la DANA, entre la que se incluye un Real Decreto Ley sobre ‘permisos climáticos’ que permitirá que las y los trabajadores puedan faltar hasta cuatro días prorrogables hasta que desaparezcan las circunstancias sin perder salario. Desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) reclaman al Gobierno que estos ‘permisos climáticos’ se hagan extensibles para las y los autónomos, un colectivo especialmente vulnerable ante estas adversidades provocadas por fenómenos meteorológicos extremos. Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “si una o un autónomo debe detener su actividad por inundaciones, incendios o cualquier catástrofe, necesita el mismo nivel de protección que un asalariado y se debe responder también para ellas y ellos, a través de la retribución de estas jornadas mediante el RETA o las mutuas”.
UATAE plantea un modelo que permita a las y los autónomos acceder a bonificaciones y ayudas directas en caso de suspensión de su actividad debido a emergencias climáticas. Entre las propuestas destacan: la prestación económica a través del RETA durante los días en los que no puedan desempeñar su actividad. Con cobertura por parte de las mutuas colaboradoras para aquellas y aquellos autónomos con daños en su lugar de trabajo. Así como la creación de un protocolo de emergencia climática específico que simplifique los trámites para acceder a estas ayudas en situaciones de urgencia. El incremento de fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, olas de calor o incendios, está afectando con mayor frecuencia a las y los autónomos, que muchas veces trabajan en sectores más expuestos, como el comercio, la agricultura o el transporte. Sin un respaldo económico adecuado, estos profesionales enfrentan pérdidas de ingresos que comprometen la viabilidad de sus actividades económicas. “Las y los autónomos no pueden ser el colectivo olvidado en la respuesta a las crisis climáticas, garantizar su estabilidad económica en estas situaciones es una cuestión de justicia y de apoyo al tejido productivo del país”, concluye Landaburu.