- La cifra de autónomos y autónomas continúa superando en el mes de julio los más de 3,3 millones de afiliados a la Seguridad Social
- El empleo autónomo experimenta un descenso del -0,31%
- En términos interanuales el trabajo autónomo incorpora a 17.985 (+0,54%) autónomos y autónomas
- Landaburu: “venimos alertando de la necesidad de no bajar la guardia, pese a que en términos interanuales el empleo haya crecido, el descenso con respecto al mes pasado nos indica una posible tendencia que podemos experimentar en los próximos meses debido a la situación económica actual, por eso, es necesario el refuerzo de los escudos de protección social para el conjunto del colectivo”
Madrid, 2 de agosto de 2022
Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicados esta mañana, la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos descendió en un -0,31%. El número de autónomos en julio se situó en 3.340.946, lo que supone un descenso de 10.422 autónomos con respecto al mes anterior y experimenta un aumento de 17.985 más que hace un año (+0,54%). No obstante, hay que destacar que hoy el número de autónomos y autónomas es de 130.000 más que al principio de la pandemia, lo que indica la buena marcha del trabajo por cuenta propia que ahora se está viendo frenada por nuevas dificultades sobrevenidas con el escenario de guerra en Europa. La evolución del empleo en julio de 2022 provoca la primera destrucción de empleo en este mes con un aumento del paro de 3.200 personas. Siendo el sector de la educación la protagonista de este descenso con una caída de empleo récord. Las cifras hacen vislumbrar la situación que atraviesa el país derivado del conflicto bélico tras la invasión de Rusia a Ucrania. María José Landaburu, secretaria general de UATAE, valora que “es evidente que la incertidumbre económica es la que está marcando estos tiempos, ya alertábamos el mes pasado de un posible enfriamiento económico y con las cifras de este mes apreciamos ese descenso que se aleja un poco de la tendencia positiva estival que se ha venido registrando años anteriores” e incide, “los datos tienen que servir para entender que la coyuntura actual necesita de más medidas que vayan encaminadas y que impacten directamente sobre le tejido productivo de nuestro país, el Gobierno tiene que dar un pequeño impulso en materia de refuerzo del escudo social para que la actividad diaria de las y los autónomos no se vea tan afectada por la situación actual”.
En términos intermensuales, el RETA experimenta este más un descenso notable con respecto al régimen general (descenso del -0,31% frente al aumento del +0,01% de asalariados) aunque en este último mes las cifras no son positivas para ninguno de los dos regímenes. Sí que se aprecia una diferencia mayor en relación al mismo período del año anterior; el incremento de +0,54% (17.985 nuevas incorporaciones) en el trabajo autónomo, frente al +4,51% (+730.001) del trabajo por cuenta ajena. Tradicionalmente julio es un mes de aumento de la afiliación, pero también donde se produce una desaceleración que culmina con caídas de afiliación en agosto. Este mes las caídas se han producido ya en el propio mes de julio debido a la incertidumbre económica mundial en la que nos encontramos. A ello se ha unido la caída de autónomos en el sector educativo y las dificultades en el pequeño comercio (-2.380) sometido a fuertes tensiones por el cambio en las pautas de consumo y el avance del comercio electrónico intensificado después de la pandemia.
Ante estas cifras, desde UATAE valoran que en julio del año pasado (2021) las y los autónomos aumentaron en 1.978 en el mes y en 60.203 en términos anuales. Si bien, prácticamente la mitad de la reducción de este mes (-4.537) se corresponde con la caída en el sector educativo, “los datos pueden empezar a reflejar las dificultades de muchas actividades en un contexto de aumento de precios y de guerra en Ucrania” matiza Landaburu. Desde la Unión de Autónomos extraen la necesidad de “reforzar la creación de empleo autónomo en nuestro país y para ello, hay que tener la mirada puesta en la activación de medidas coyunturales y estructurales que permitan crear herramientas que se traduzcan en el aumento de empleo”.