Los jóvenes autónomos no despegan ante la falta de financiación y protección social

Jóvenes autónomos de UATAE
  • Hay una caída de -4.857 autónomos menos menores de 30 años en abril de 2018 en relación al mismo mes de 2017.
  • La tarifa plana no ha cumplido las expectativas que muchos proyectaron respecto de la potenciación al emprendimiento joven.
  • La falta de financiación y la ausencia de protección social son determinantes para los jóvenes a la hora de decir emprender un proyecto.

Los datos sobre jóvenes autónomos no son nada halagüeños. Según los datos de afiliación del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en un balance anual del mes de abril de 2018 en relación con el mismo mes del año anterior, se ha decrecido en – 4.857 autónomos jóvenes de entre 16 y 30 años.

Si observamos los datos de los 4 primeros meses de 2018, los autónomos jóvenes han crecido en 6.243. Sin embargo, si analizamos los 4 primeros meses del año anterior, los autónomos habían crecido en 4.428, pese a terminar teniendo, en diciembre de 2017, un balance anual negativo de 6.816 autónomos.

Según UATAE, la tarifa plana, una medida con buen espíritu que pretendía, sobre todo, potenciar el trabajo por cuenta propia joven, no está dando los resultados que se esperaban, y es necesario replantear los incentivos además de otras serias cuestiones del Régimen de Autónomos si queremos dar a nuestros jóvenes autónomos nuevas oportunidades.

María José Landaburu, secretaria general de UATAE, ha remarcado que «los autónomos jóvenes se ven seriamente comprometidos a la hora de poner en marcha sus proyectos porque no existen fuentes de financiación que den alas a las mejores ideas de nuestras generaciones más jóvenes», perdiendo riqueza para nuestro país y que se ven aparcadas en un cajón u obligadas a ponerse en marcha en otros países.

Además, ha subrayado el «estado de excepción» que sufren los trabajadores autónomos en lo relacionado con la protección social y que impide a muchos jóvenes emprender por miedo a la inestabilidad que genera no tener baja ni paro en el caso que sufras una incidencia o debas cesar tu actividad».

 

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