- El empleo autónomo desciende en términos intermensuales un 0,30%
- Landaburu: “pese a ser el fin de la época estival donde siempre suele haber un descenso de las afiliaciones, vemos como de forma interanual se siguen incorporando autónomas y autónomos al autoempleo”
Madrid, 3 de septiembre de 2024
Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicados esta mañana, la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos descendió en un 0,30%. El número de autónomos en agosto se situó en 3.371.350, lo que supone un descenso de -10.135 autónomos con respecto al mes anterior. En ese sentido, con respecto al año anterior se incrementa 37.733 autónomos (+1,13%). En términos de empleo, agosto marca el menor incremento del paro en este mes desde 2016 (sin contar con el año 2021 marcado claramente por la pandemia). Este año el empleo disminuyó en agosto en 193.700 y el paro registrado subió en 22.000 personas. No obstante, el número de afiliados está por encima de los 21,1 millones de personas. Supone un aumento de 480.000 en los últimos doce meses.
Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “agosto es un mal mes para el empleo, porque muchas actividades de temporada terminan, como las vinculadas al turismo y la construcción”, así como, en “educación donde se continúa despidiendo a profesores a pesar de la reforma laboral”. Pese al descenso en las cifras intermensuales, UATAE valora positivamente los datos para el empleo por cuenta propia ya que se produce un incremento anual de 37.733, mientras en el mismo mes del año anterior el incremento anual fue de 6.181. El dato de agosto consolida el incremento del trabajo por cuenta propia. Y ello, a pesar de la regularización de falsos autónomos.
UATAE valora positivamente este crecimiento interanual en la afiliación al RETA, lo que sugiere una tendencia favorable en la consolidación del empleo autónomo. No obstante, la Organización subraya la necesidad de seguir apoyando a los trabajadores por cuenta propia con políticas públicas que les permitan afrontar los retos de la actual coyuntura económica, caracterizada por la incertidumbre económica. “El incremento de autónomas y autónomos es un indicador de la capacidad de adaptación y resiliencia, pero debemos continuar trabajando para que esta tendencia se mantenga y se fortalezca”, porque, “es esencial ofrecer un marco de apoyo que incluya medidas que mejoren la protección social para el conjunto del colectivo”, concluyó Landaburu.